martes, 8 de abril de 2008

Calatos, pero buenos pagadores

Cómo las calificadoras de riesgo nos alientan para un chorreo de inversiones por ser buenos pagadores afuera… pero olvidan a los perromuerteros adentro. Dejar de ser calatos es el reto de este gobierno. (Foto: Mauricio Ramos, en http://www.tierramerica.net/global/galerias/mauricioramos4.shtml)

¿Cuál es el hilo conductor entre el malestar de las amas de casa que día a día ven como los precios de los productos de primera necesidad se van elevando y, la sonrisa del Gobierno que asegura que ahora somos un país más rico?

Esta es la paradoja del Perú ahora luego que el miércoles último se conociera que Fitch Ratings, una de las tres más importantes calificadoras de riesgo del mundo, le otorgara a nuestro país el “grado de inversión”, fundamentalmente por ser un “buen pagador”.

Esta noticia alegró a la gran mayoría de agentes económicos y políticos y lógicamente al gobierno, pues en palabras del ministro de Economía y Finanzas, Luis Carranza: “este es el acontecimiento más importante para el Perú en los últimos quince años”.

Y, tiene razón. Al término del mandato del primer gobierno aprista de Alan García, en 1990, nuestras finanzas quedaron peor que una economía de guerra. En las esferas crediticias internacionales fuimos unos apestados y perromuerteros, pues no pagábamos nuestras acreencias.

Así aparece en la escena nacional el ahora procesado ex Presidente Alberto Fujimori, que si bien combatió y frenó el duro proceso inflacionario de entonces, pero, en el largo plazo minó el sistema democrático, con los resultados que ahora conocemos.

Ahora la situación ha cambiado. El presidente García ha pasado por una especie de metamorfosis y ya no tira perromuerto. Más bien se ha convertido en un eximio pagador de nuestras deudas públicas. No había otra salida, pues el régimen del ex Presidente Alejandro Toledo le dejó la valla bien alta.

Altamente elegibles

Por eso conocer esta semana que no sólo Fitch Ratings, sino otras reputadas calificadoras de riesgo del planeta, como Standard and Poor´s y Moody´s calificaran al Perú con la ubicación BB+ (a un paso del grado de inversión) y Ba2, respectivamente (a dos pasos del grado de inversión), era para ensayar una sonrisa de oreja a oreja.

¿Qué hizo la agencia Fitch para ponernos contentos? Pues, elevó la calificación de la deuda peruana de largo plazo en moneda extranjera de “BB+” (grado especulativo) a “BBB-“(con perspectiva positiva, el primer escalón en el grupo de calificaciones que corresponden al denominado grado de inversión).

La calificación con grado de inversión la tienen sólo dos países de América Latina: Chile (A) y México (BBB+).

Sin embargo, la mencionada agencia reconoce algunas debilidades del país en el sentido de que seguimos siendo una base exportadora concentrada en materias primas además de los deficientes indicadores sociales y políticos o los de gobernabilidad. Esos siguen siendo nuestro Talón de Aquiles.

Meta: reducir la pobreza

A pesar de ello, el entusiasmado ministro Carranza en una entrevista radial el día miércoles, aseguró que las principales calificadoras de riesgo “respaldan nuestras políticas macroecnómicas, separándonos de los países de grado especulativos”.

Y, el titular del MEF fue más allá en sus apreciaciones. Manifestó que ahora el Perú es más rico, pues las propiedades valdrán más y la mayor inversión ayudará a reducir la pobreza a pasos agigantados. Se espera buenos resultados antes de concluir el gobierno aprista.

Con estas declaraciones el ministro prácticamente ha comprometido al presente régimen a continuar con una buena política macroeconómica, y a no descuidar la microeconomía. Esa que las amas de casa saborean cada día cuando van a los mercados de abastos a comprar pollo, pan, leche, arroz o fideos.

Es este tema precisamente el que más dolor de cabeza le sigue provocando al gobierno a raíz del repunte inflacionario que a marzo último llegó a 1,04%, según el INEI, y corresponde ya al sexto mes consecutivo que la inflación superar al del mes anterior. El incremento de precios anual bordea ahora el 5.5%.

Salvado por la campana

Los precios vienen golpeando dramáticamente a todo el país y esa situación había puesto en jaque al ministro de Economía. Muchas versiones corrieron esta semana en el sentido de que varios colegas de Luis Carranza y el propio presidente de la República estaban molestos con el titular del MEF.

Pero, las noticias de la buena calificación de riesgo del país pararon en seco no sólo las miradas adustas hacia el ministro Carranza sino que el hecho se convirtió felizmente en su salvación.

Tan sensible está el gobierno con el tema de la inflación que el propio Alan García en su reunión del miércoles con los presidentes regionales en Palacio de Gobierno, les instó a que apoyaran con un conjunto de estrategias para atenuar el alza de precios descontrolado acicateado-según les dijo- por los comerciantes inescrupulosos.

Tanto el Banco Central de Reserva como el propio INEI han informado que la inflación tenderá a la baja en el segundo semestre de este año hasta situarse dentro del rango- meta establecida por el BCR- de hasta 3%.

Pero para aguarle la fiesta a las buenas intenciones del Ejecutivo, Samuel Gleiser de la Cámara de Comercio de Lima pronosticó que la inflación será 5,40% a fin de año.
Esta situación es la que sentirán entonces las amas de casa y seguirán interrogando con razón: total ¿que no somos un país rico?