lunes, 15 de setiembre de 2008

La macana de la Chakana

La macana guerrera de la discordia que ha dejado turuleco a más de uno durante la presente semana.

Alejandro Toledo, aún sin mascaipacha, ha alborotado el cotarro político nacional y el gobierno, herido en su amor propio, ha respondido mal y peor.


La política nacional de la semana puede ser comparada como un campo minado, típico territorio comanche, donde el que saca la cabeza es herido o cae muerto. Los escenarios convulsionados van desde Palacio de gobierno, pasando por el Congreso, el sector Salud y, nuevamente, las comunidades campesinas del oriente y centro del país.


La macana guerrera fue lanzada primero por el ex Presidente Alejandro Toledo, quien el fin de semana criticó agriamente al gobierno del Presidente Alan García, al que acusó de ser responsable de la inflación que afecta a los peruanos y amenazó con convocar movilizaciones si el Presidente no deroga los decretos legislativos sobre las comunidades campesinas.


Toledo estaría pensando desempolvar la mascaipacha y ceñírselo nuevamente, en una pose que sus críticos le han dicho que estaría pensando en las elecciones del 2011. Sin embargo, al margen de las simbologías andinas, las críticas a García, son de fondo, en materia económica y política.


Gobierno con los ricos

El líder de la Chakana le ha endilgado al presidente García que éste viene gobernando con los ricos, olvidándose de los pobres, expresión mucho más lacónica que la empleada por la lideresa de Unidad Nacional, Lourde Flores Nano, quien, con anterioridad ya había calificado al Primer Mandatario qué gobernaba para los ricos.


Alborotado y herido en su amor propio, Alan García no tardó en responder. El martes, desde Palacio de Gobierno, se pronunció en una nota casi telegráfica y difundida en todos los medios de comunicación.


El cruce de lanzas y flechas, altamente mediática, alteró la política nacional, en medio de las protestas de los médicos, la amenaza de huelga general nacional de los transportistas de carga pesada e interprovinciales (demandas que las han publicado en dos diarios de cobertura nacional) y el pandemonium que se puede presentar en las próximas semanas si el gobierno no atiende los reclamos de los cocaleros del centro del Perú.


El laconismo empleado por García en su respuesta a Toledo enfatiza que se debe evitar respuestas erróneas al problema de la inflación y afirmó que no habrá control de precios, subsidios ni aumento de sueldos.

Sin embargo, analistas de diversas profesiones le han recordado al Presidente aprista que precisamente los problemas enumerados corresponden a los traumas de su primer gobierno, y nadie le ha pedido tamaña insensatez. Eso es politiquería de García, sostiene Jurgen¨Schuldt.


Le recordaron también que la cifra (8%) sobre reducción de la pobreza durante los dos primeros años de mandato, no es cierto. Jürgen Schuldt, de la Universidad del Pacífico y Pedro Francke, ex jefe del Foncodes, corrigieron la cifra y le dijeron que la reducción de la pobreza durante este periodo alcanza el 5%. Y, difícilmente se cumplirá la promesa presidencial de seguir reduciendo la pobreza este año, pues la inflación anual bordeará el 7 u 8%, con lo cual la pobreza se disparará al 40%.


Tanto Schuldt como Francke sostienen que el texto difundido el martes último por García no tiene propuestas y se limita a sólo a pedir que la población tenga más optimismo, cuando en realidad lo que se requiere es mayor liderazgo y confianza.

Otros analistas políticos van un poco más. Dicen que el Presidente García cree firmemente que su política económica va por buen camino, y que no habría nada que variar. Y, a aquellos que alzan la voz y reclaman al gobierno, rápidamente cree él que es por subsidios, control de precios o simples aumentos de los trabajadores del Estado.


Nelson Manrique, por ejemplo, aseguró que el comunicado del martes publicado por el presidente García son solo “buenos deseos”. El bienestar de la población depende del cambio de modelo económico, no de buenos deseos, sostuvo.


Pero, sobre la política económica hay muchos otros entendidos en la materia que le han dicho al presidente García que hay que apuntalar la reforma del Estado para tener un aparato público más eficiente y transparente.


También le han manifestado que el sector Salud, en estado calamitoso requiere urgente atención y, que con el sector Educación, no sólo debe haber bronca con los maestros del Sutep o entregar computadoras en las zonas altoandinas, donde ni luz eléctrica existe.


Todos estos factores son los que le han pasado la factura al gobierno en sus niveles de impopularidad. Ya en agosto último, un estudio de CPI registró que la aprobación presidencial se había reducido en 12 puntos y la mayoría de ciudadanos pedía a gritos manejar la inflación y generar más puestos de trabajo.


La impopularidad presidencial a nivel nacional iba en ascenso. El 71.8% desaprobaba la gestión del gobierno aprista. En Lima, la principal plaza de García, la gente lo desaprobaba en un 65%.


Protesta de médicos

En medio de esta batahola, los médicos del Ministerio de Salud también han sacado sus flechas y al primero que le han disparado es al ministro del sector, Hernán Garrido Lecca, a quien no sólo no quieren ver sino si no, además, han pedido al gobierno que le tramite su renuncia.


El doctor Julio Vargas La Fuente, presidente de la Federación Médica Peruana, ha calificado al ministro como “incapaz” y hasta que está “mal de la cabeza”, diagnóstico que no le ha gustado al ministro quien congeló durante semanas reuniones con los dirigentes médicos, situación que ha empeorado sus relaciones.


En realidad, el tema en el sector es para llorar. Actualmente existen en el país 7,011 hospitales, centros de salud e institutos públicos, de los cuales, según cifras oficiales, el 28% estaría sufriendo una situación de crisis. Hasta los propios médicos se infectan ante la falta de equipos de protección, denunciaron los galenos.


Y, para continuar la preocupación de la semana, los diversos gremios de Huanuco conjuntamente con los cocaleros de la zona han dado un plazo de 72 horas al gobierno para que atienda sus demandas, o de lo contrario, iniciarán un paro indefinido. ¿Haber que le dirá el gobierno a los 5,000 cocaleros de las provincias de Leoncio Prado y el Marañón?

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